Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://inesqtoa908349.blogolize.com/así-reaccionó-el-mundo-al-cabezazo-de-zidane-77585525